¿Hay que intentar el orgasmo simultáneo?

El mito del orgasmo mutuo durante el coito empezó a extenderse en la década de los cincuenta, cuando cambió la significación social del hecho de que las mujeres disfrutaran con la sexualidad.

Se pasó entonces del rechazo a casi la obligatoriedad de lograr el orgasmo, y se consideró que el máximo placer sexual se conseguía cuando alcanzaban el orgasmo los dos miembros de la pareja simultáneamente.

Se consiguió con ello que numerosas parejas llevaran a cabo esfuerzos sobrehumanos para sincronizar sus respuestas, dando lugar a intensos sentimientos de frustración si no se lograba el tan deseado orgasmo mutuo, cuando no a problemas que aparecían al intentar forzar la respuesta.

Muchas parejas consideran que este tipo de respuesta sexual es el símbolo de la eternidad de su amor. Para que esto se produzca muchos hombres se esfuerzan denodadamente para alcanzarlo.

Lo más coherente y acorde con la respuesta sexual humana es que el orgasmo femenino se produzca el primero y el masculino después aunque no hay ningún problema si las cosas suceden de manera diferente. Lo importante es que ambos se sientan satisfechos y contentos al terminar. Angustiarse por el orgasmo simultáneo es entrar en una pelea estéril contra la propia naturaleza que suele terminar repercutiendo en el placer de la pareja.

Orgasmo simultáneo, multiorgasmo... Preguntas y respuestas

Cada persona tiene sus ritmos y sus tiempos. Una cosa es que en la pareja intenten equilibrar dichos tiempos, y otra muy distinta es responsabilizarse absolutamente del encuentro erótico. Esto suele ser contraproducente. El sexo en pareja es cosa de dos y consideramos que lo más sano -y al final, lo más placentero- es cada miembro asuma la responsabilidad por su propio placer. Después de todo, no hay nadie que pueda conocer nuestro cuerpo y sus reacciones mejor que uno mismo.

Esto no quiere decir que aboguemos por el egoísmo. Sabido es que el placer se lleva muy bien con la receptividad, incluso con la generosidad en el sexo. Sin embargo, eso nada tiene que ver con una actitud sobreprotectora en la que, intentando “conseguir” que la pareja orgasme, el encuentro erótico deriva en un esfuerzo ansioso. Sin tener en cuenta que lo importante es el proceso, el disfrute del placer compartido, donde la fugacidad del orgasmo es un componente más, y no siempre el de mayor impacto emocional.

¿Cómo se vive un orgasmo femenino?

El que unas contracciones orgásmicas resulten más fuertes que otras, no quiere decir que su calidad sea mejor. Un orgasmo, desde lo fisiológico más suave, puede subjetivamente ser vivido por algunas mujeres en forma muy placentera y satisfactoria.

Por esta subjetividad, las mujeres describen sus orgasmos de muy diversas maneras.

En general la mayoría describe que el inicio del orgasmo se traduce como “una sensación de suspensión, a la que le sigue una sensación intensa, (a veces expresada como hormigueo, cosquillas, quemazón, vibración, tensión, palpitación, etc. en la zona), sea en clítoris o de la vagina, que se extiende en todo el cuerpo, tensándose, quedando inmóvil o bien efectuando contracciones involuntarias. A partir de este momento hay una sensación de alivio de toda la tensión acumulada y enseguida por una gran relajación y sensación de bienestar”

No se ha podido hacer ningún estudio sobre esta experiencia. Su subjetividad lo hace único para cada mujer, de allí que la esencia del mismo está en la percepción.

La mujer multiorgásmica

La mujer tiene la posibilidad de experimentar “orgasmos múltiples”, solo necesita una estimulación adecuada para que el mismo ocurra.

El hombre no tiene orgasmos múltiples, pues su fisiología es diferente y luego de un orgasmo y eyaculación requiere de un tiempo para iniciar nuevamente su respuesta sexual. Este tiempo que varía con la edad de cada uno y características personales, se llama período de refracción o refractario.

Clítoris y vagina ¿El mismo orgasmo?

Teniendo en cuenta que la vivencia del placer sexual es totalmente subjetiva, los factores culturales, religiosos, educacionales, etc. tendrán un lugar importante en como vivimos o sentimos ese placer sexual. Por ello, la expectativa del orgasmo está culturalmente determinada.

Antiguamente, en la cultura occidental, era mal visto que la mujer gozara de su sexualidad, dado que el fin de la misma estaba puesto en la procreación y no en el placer dentro de la institución del matrimonio. Las mujeres que se atrevían a sentirlo debían disimularlo, pues era considerado obsceno, como un defecto.

La tradición victoriana hizo que muchas mujeres creyeran que el orgasmo y el placer eran pecaminosos y que estaba permitido a las cortesanas, a las mujeres de vida airada y pública.

Mas adelante, aparecieron las obras de Freud, quien distinguía dos tipos de orgasmo femenino: el clitórico y el vaginal. La confusión se creó porque Freud afirmaba que quienes tenían orgasmos a nivel del clítoris, por masturbación o de actos distintos al coito, evidenciaban inmadurez psicológica, mientras que los de nivel de vagina (derivados del coito) eran los “sanos y maduros”

En la actualidad sabemos que esa teoría ha quedado atrás, y según estudios solo un pequeño porcentaje de mujeres, entre un 30 y 40 %, logran un orgasmo coital sin otra estimulación simultánea. Esta situación se debe a diferencias en la sensibilidad genital y no a factores como inmadurez, ansiedad o mala comunicación con la pareja.

Orgasmo simultáneo, multiorgasmo... Preguntas y respuestas

Los actuales estudios demuestran que fisiológicamente existe una sola respuesta orgásmica. El orgasmo a nivel del clítoris es indistinguible de otro que sea vaginal desde el punto de vista fisiológico. La confusión ha llegado hasta nuestros días, y es común que mujeres pregunten sobre el tema.

Seguramente la confusión persistirá, porque se confunde la respuesta fisiológica con la experiencia orgásmica de las mujeres.

Las mujeres suelen describir experiencias distintas, pero estas se deben a experiencias emocionales diferentes, no a una respuesta física distinta

En cuanto a las mismas son variadas, hay quienes prefieren el orgasmo vaginal, porque es una experiencia más global, mas generalizada, aunque el mismo sea menos intenso, y otras mujeres prefieren el orgasmo clitórico, por las ventajas que supone en cuanto a mayor intensidad y a no verse afectadas por las necesidades y el ritmo de sus compañeros sexuales.

Con lo expuesto dejamos expreso que ambos orgasmos son normales y maduros, sólo depende de las preferencias personales.

Preguntas y respuestas

Hombre: No consigo llegar al orgasmo con mi pareja, sin embargo si lo consigo cuando me masturbo ¿Es normal?

Controlar la eyaculación es, en ocasiones, una preocupación para el varón, y el malestar que produce no llegar a eyacular puede ser motivo de angustia. La eyaculación retardada puede deberse a diversas causas, y como dice conseguirla con la masturbación, se pueden descartar las causas médicas. El estar demasiado pendiente de eyacular o la atención desmesurada hacia la pareja sexual, son algunas de las causas psicógenas que pueden originarla.

Mujer: Llevo dos años manteniendo relaciones sexuales con mi novio, y no consigo tener un orgasmo, en cambio cuando me masturbo si lo hago.

Eso es algo que les ocurre a muchas mujeres. La parte mas sensible de la vagina es la más externa, por lo que la penetración solamente puede no ser suficiente para alcanzar el orgasmo. La parte más sensible de tu cuerpo se encuentra en el clítoris y necesita estimulación para que te excites sexualmente y alcances el orgasmo. Habla con tu pareja, y coméntale el problema, cuéntale que es lo que mas te gusta cuando tenéis una relación y ayúdale guiando su mano hacia aquellas zonas que te son más placenteras.

Mi mujer nunca ha tenido un orgasmo en 19 años que llevamos casados, y cada vez le apetece menos tener relaciones sexuales. ¿Es esto normal, a qué se debe?

Creo que debéis consultar con un/a especialista. Si tu esposa no ha tenido nunca un orgasmo, cada vez se le hará más costoso tener relaciones, ya que lo vivirá como una obligación. Las relaciones sexuales son importantes en la vida de una pareja y, los problemas de ajuste sexual acaban afectando a la vida de pareja en general. Intenta hablar con ella sin presionarla y acudid a un/a sexólogo/a.


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