La tecnología en el sexo

El uso de la tecnología es tan cotidiano para nosotros como hablar desde un, cada vez más ligero, aparato móvil con alguien que está a kilómetros de nosotros. En poco tiempo, hemos aprendido a disfrutar de las ventajas de estos aparatos. Sin embargo el uso de la tecnología en el sexo sufre un tratamiento diferente.

Los tabúes sobre determinados temas sexuales han permanecido, y permanecerán un poco más, en la sociedad.

Por eso, algunas mujeres tienen reservas ante el uso de un vibrador. Algunas piensan que no es algo natural, que no es necesario o temen que el vibrador se convierta en una muleta sexual y nunca puedan librarse de él.

Lo cierto es que excitarse y provocar una reacción orgásmica por mediación de un vibrador es, en cuanto a experiencia física, tan básica y natural como la obtenida por otras formas de autoestimulación.

No se debe olvidar que hay alguien detrás del aparato y quien controla el vibrador es usted o su pareja.

Recuerde que el uso del vibrador no tiene como función exclusiva la masturbación en solitario. También puede usarse, si uno lo desea, como complemento a los juegos sexuales de la pareja.

Algunos hombres disfrutan de la estimulación del vibrador en sus genitales. Otros encuentran la vibración demasiado intensa. De cualquier forma, casi todas las parejas pueden encontrar una aplicación placentera.

Vibrador, un buen amigo de la mujer

¿Qué es exactamente un vibrador?

Básicamente es un aparato relativamente pequeño, que se puede sostener con la mano y que vibra con un ritmo rápido y constante. Pueden estar alimentados con pilas, o bien conectados a la red y vienen en tamaños y formas diferentes. Algunos están preparados para vibrar a distintas velocidades.

Cuando uno se estimula manualmente los genitales, frota, acaricia y masajea, es decir: lo mismo que hacen los vibradores, con la diferencia de que los vibradores lo hacen con mayor rapidez, de forma más continua, puesto que no se cansan y con mayor intensidad.

¿Cómo encontrar el vibrador adecuado?

Los vibradores (a menudo llamados aparatos de masaje) se venden en muchos sitios, como farmacias, grandes almacenes o en sex-shops.

Las cualidades que debe tener en cuenta es si es fácil de sostener, si se adapta bien a su mano… Si le es posible, ponga en marcha los modelos que le interesan para poder percibir las vibraciones. Algunos modelos le harán sentir mejor que otros.

Compre un aparato sólido, seguro, no demasiado ligero (hace falta que el motor sea lo suficientemente potente, lo que suele implicar no demasiada ligereza en cuanto a su peso), silencioso y fácil de manejar.

Si le produce demasiada vergüenza ir en persona a adquirir su vibrador o simplemente no quiere moverse de casa, Internet ofrece un gran surtido de este producto y puede comprarlo sin moverse de casa.


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