El vaginismo es una contracción involuntaria de la vagina que muchas mujeres experimentan al hacer el amor, lo que dificulta y hace dolorosa la penetración. Además, si no hay excitación no se lubrica, es decir, no se generan los fluidos necesarios para que el pene entre en la vagina sin causar dolor.

Para las mujeres con este problema el bloqueo psicológico es tal que cualquier idea de penetración desencadena una contracción involuntaria de los músculos de la vagina. Una educación rígida, traumas infantiles, complejos o malas experiencias pueden estar en el origen de este problema, cuya solución pasa por un psicólogo o terapeuta sexual.

Causas, incidencias y factores de riesgo

  • La falta de formación en cuestiones relacionadas con la sexualidad.
  • Fuertes inhibiciones respecto del sexo originadas en creencias religiosas ortodoxas extremadamente conservadoras.
  • Secundariamente, puede estar relacionado a experiencias traumáticas en relaciones sexuales anteriores.
  • La falta de comunicación con la pareja.
  • Agresiones sexuales (acoso o violación).
  • Miedo al embarazo.
  • Temor a contraer enfermedades de transmisión sexual.
  • Con menos frecuencia el vaginismo puede ser una reacción a una disfunción sexual en el hombre o a una orientación fundamentalmente homosexual por parte de la mujer.

Las mujeres que sufren esta disfunción no sólo la padecen en sus relaciones sexuales, sino también en las exploraciones ginecológicas.

El aspecto físico

Existen algunos ejercicios que permiten a la mujer recuperar el control de los músculos perivaginales. El objetivo de estos movimientos, que precisan de la ayuda del ginecólogo, es saber manejarlos para que la paciente sea capaz de asumir contracciones voluntarias que superen a las involuntarias.

El aspecto psicológico

Los profesionales en psicología están capacitados para ofrecer información suficiente a la persona afectada para que sea capaz de desmitificar la relación sexual o superar cualquier temor que pueda tener. Es fundamental hacer un análisis profundo del comportamiento de la mujer y del momento por el que atraviesa para actuar sobre los factores que ocasionan el problema. Es así como se ponen de manifiesto posibles mitos sobre el sexo, carencias de información o experiencias traumáticas que pueden ser tratadas para poner fin al vaginismo.


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