Sexualidad ¿necesidad fisiológica?

La palabra sexualidad no designa solamente las actividades y el placer dependientes del aparato genital, sino toda una serie de excitaciones y actividades existentes desde la infancia, que producen un placer que no puede reducirse a la satisfacción de una necesidad fisiológica fundamental y que se encuentra también a título de componentes en la forma llamada normal del amor sexual.

El amor humano no tiene que ver con el sexo solamente, el sexo es una de las cosas importantes que se da en el amor.

Todos los individuos tienen sentimientos, actitudes y convicciones en materia sexual, pero cada persona experimenta la sexualidad de distinta forma, porque viene decantada por una perspectiva sumamente individualizada. Se trata en efecto, de una perspectiva que dimana tanto de experiencias personales y privadas como de causas públicas y sociales.


No podemos conocer la sexualidad humana, sin tener en cuenta sus múltiples dimensiones. El aprendizaje de la sexualidad en todas sus facetas no sólo se reduce al conocimiento del individuo y de la naturaleza del ser humano, sino que también viene determinada por el medio en que se encuentra.

La sexualidad es un tema que ha despertado el interés del hombre, desde los tiempos primitivos a nuestros días; y su estudio contribuye a una inmejorable preparación para el afrontamiento de distintos cambios sexuales, tanto fisiológicos como conductuales que se producen a lo largo de la vida.

Un prestigioso psiquiatra nos comentó en una ocasión:

Cuando en su consulta le preguntaba a un paciente por su vida erótica, el diálogo casi sin excepción transcurría en los siguientes términos:

Psiquiatra- ¿Cómo son sus relaciones sexuales?
La respuesta usual es esta: <<normales>>

Psiquiatra- ¿Y cuales son las normales?
Paciente- Pues… como las de todo el mundo
Psiquiatra- ¿Sabe usted como son las de todo el mundo o, cuando menos, las de sus hermanos, amigos, vecinos…?
Paciente- No, ¿cómo voy a saberlo?
Psiquiatra- ¿Entonces?
Paciente- Bueno, las que yo creo que son normales.
Psiquiatra- Bien, pues dígame usted cuáles son las suyas para que yo vea cuáles son las que usted considera normales.

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