Es una cosa asombrosa la distracción que les puede causar un buen par de senos a los hombres
Pierden hasta la noción del tiempo, se detiene
Basta con mirarlos un rato para darse cuenta que esas miradas a los senos de las mujeres que tienen enfrente o pasan por delante son instintivas, puede parecernos incluso vulgar, pero la verdad es que así es como las hembras atraían a los machos desde hace millones de años.
Pero se han vuelto especialistas en el busto de las mujeres; saben las tallas y para algunos es motivo casi de exclusión si una no tiene la que a ellos les atrae, también saben perfectamente cuando están operadas o cuando traen un bra con relleno.
Para algunos, el movimiento de los senos al caminar o correr es poesía pura, quedan atónitos…
No sé qué les mueve exactamente, si observarlas, acariciarlas o tocarlas, pero no dejo de sorprenderme por este gusto que nunca termina.