Internet se ha convertido en una herramienta de comunicación. Con sólo unos clicks nos podemos ubicar en una serie de sitios sin que nadie se entere de nuestras intenciones y deseos, podemos ir desde chats de conversación de toda índole, páginas con material sexualmente explícito o bien grupos de encuentro.

Y todo esto sin ponerte en riesgo, sin maquillarte o rasurarte, sin tener que pagar la cena o el cine. Sin hacer una cita puedes conocer a alguien quien se encuentra a kilómetros de distancia…

Y es que existe una magia impresionante: el anonimato.

Las ventajas de relacionarte por internet

El juego de la fantasía

La fantasía es eso… un mundo creado para navegarse, la red es una gran fantasía, uno puede inventar a la persona perfecta: palabras, frases, gustos, físico, etc.

Una fantasía atractiva en el desconocimiento del otr@, en donde la imaginación nos puede llevar a sentimientos y sensaciones sexuales hacia alguien. Lo cual es enriquecedor si la otra persona está de acuerdo en vivenciar estos mágicos encuentros, navegar por mundos que quizá en la realidad no lo haríamos.

El erotismo

También encontramos una puerta al erotismo y la excitación, una práctica segura a favor del placer, ya que no existe riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual, como el VIH-SIDA. Al contrario puede ser experiencias enriquecedoras en la satisfacción sexual.

Internet: sinónimo de encuentro, fantasía, erotismo...

Las desventajas de la red en las relaciones

Incapacidad para interrelacionarse

¿Conoces a alguien quien pasa horas pegad@ al internet? ¿Quién sólo tiene novi@s en el ciberespacio y que no se puede relacionar en la vida cotidiana?

“Soy alta y de ojos azules. Yo moreno corpulento…”

En las relaciones interpersonales, mucha gente, no sabe cómo relacionarse porque piensan en no ser aceptadas por su físico o por su forma de ser. Una persona tímida o con sobrepeso puede ocultarse, inventar ser quien no es, minimizando sus defectos y procurando estratégicamente acrecentar sus cualidades.

Se crea una barrera de protección que limita las posibilidades de explorar el contacto físico y real con nuestro mundo cotidiano.

La desilusión y el desencanto

Como se escribió anteriormente, uno deja ver al otr@ lo mejor de sí, además de que la imaginación puede crear a la persona ideal. Y cuando se decide el encuentro real, pues todo el encanto se viene abajo, nos dejemos ver con todos nuestros defectos y la desilusión se presenta.

Abusos y violaciones

Muchas jóvenes se involucran tanto en sus relaciones y creen en ellas que se inventan hasta cambiar de país para conocer al “hombre de su vida” y aunque parezca una historia de nota roja, la realidad es que sí llega a pasar que, sin darse cuenta pueden involucrarse con agresores sexuales, quienes se ganan la confianza y tienen información de la otra persona: hora de salida, lugares a donde acostumbra asistir, etc.

Es importante saberse cuidar y no confiar en nadie, no debe olvidarse que es sólo una fantasía.

Las relaciones a través de internet pueden tener como todo, su lado positivo o negativo. Es importante seguir lo siguiente:

    1. No hacerme daño.
    2. No lastimar a mi pareja.
    3. No dañar a terceros.

Internet: sinónimo de encuentro, fantasía, erotismo...

La red es para navegar y comunicarnos placenteramente…

Internet es un espacio válido que permite vincularse sin necesidad de coincidir geográficamente, siempre y cuando haya honestidad de por medio. El diálogo previo al encuentro puede ayudar a comunicarse y conocerse bien.

Algunas personas sólo se conocen virtualmente y cuando se encuentran en persona los decepciona la realidad, especialmente cuando hubieron omisiones o mentiras. En cuanto a las relaciones eróticas, siempre y cuando se trate de adultos, es su elección si es por la red o en persona que deseen excitarse. Podrían perderse del contacto íntimo con la piel del otr@.

Se presta también Internet, para infidelidades sin salir de casa. Sin embargo, no es la red la responsable, sino las personas involucradas y las posibles fallas en la relación formal que lo facilita”.

Las relaciones virtuales se basan en la idealización de personas que no necesariamente en la vida real corresponden a las expectativas de cada uno de los involucrados, por lo que difícilmente, en caso de consolidar en la realidad, se les auguraría un buen futuro.

La mayor parte de las personas que establecen, a través de este medio, comunicación con otras personas, utiliza un pseudónimo; magnifica sus virtudes y minimiza sus defectos. Evidentemente esto puede crear una situación de enamoramiento de un “personaje” más que de un individuo de carne y hueso.

Aun cuando existen relaciones que prosperan, derivadas de este intercambio -a través de la red-, no lo hacen sin antes sortear las dificultades generadas por la inagotable imaginación de sus protagonistas.

Es igualmente una forma de evitar el contacto y el enfrentamiento a situaciones en las cuales el rechazo cara a cara puede resultar devastador para muchos, convirtiéndose finalmente un medio seguro del cual es factible desconectarse con menor daño emocional que en otras condiciones.


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