La histerectomía es entendida globalmente como la extirpación total o parcial del útero, algunas veces incluyendo la extirpación de uno o ambos anexos u ovarios.

La mayoría de las veces se realiza esta cirugía en casos de relajamiento pélvico o de fibromas benignos más que por problemas de cáncer como lo supone el común de la gente.

Recordemos, sobre promoción de salud sexual femenina, que una buena tonicidad de los músculos pélvicos lograda con ejercicios de Kegel usualmente se anticipa a estas problemáticas y hace innecesaria la cirugía. El prolapso o invaginación del útero o los fibromas benignos son frecuentemente evitados o controlados con estos ejercicios.

Con cierta frecuencia encontramos como motivo de consulta posterior a una histerectomía que la paciente ha perdido su condición original orgásmica y ahora se le dificulta alcanzar ese placer o incluso se le hace imposible.

Los cirujanos y ginecólogos usualmente niegan o ponen en duda alguna relación entre histerectomía y pérdida del placer sexual pero tenemos claras evidencias de la importancia y participación del útero en TODAS las fases de la respuesta sexual y particularmente en los orgasmos.

Sin lugar a incertidumbre, al extirpar el útero necesariamente se cortan fibras nerviosas tanto motoras como sensoriales involucradas en la respuesta sexual de la paciente lo que causará alteraciones o dificultades para obtener el mismo placer que antes de la cirugía. Algunas consecuencias han sido particularmente dramáticas, pero usualmente son leves y recuperables con buenos ejercicios pélvicos (300 o más contracciones diarias de Kegel) y un buen reentrenamiento respecto de la respuesta sexual con adecuados juegos previos e intensa estimulación para promover la regeneración nerviosas de la zona pélvica.

La paciente que esté experimentando este déficit en el placer sexual posterior a su histerectomía debe concentrarse en practicar intensivamente juegos sexuales que exijan a su aparato genital con el fin de reactivar las inervaciones, crear nuevas y aumentar el flujo sanguíneo. Las repeticiones han mostrado recuperación rápida de la condición sexual para obtener placer más o menos con la misma facilidad disponible antes de la operación.

Los ejercicios de Kegel, indispensables en este proceso, deben darse paulatinamente hasta alcanzar por lo menos 300 contracciones diarias que pueden ser repartidas en tres momentos con 3 series de aproximadamente 35 contracciones cada una. En la mañana 3 series hasta completar 100 contracciones, repetir al mediodía y terminar en la noche.

Para quienes no han practicado estos ejercicios se recomienda comenzar con contracciones suaves y cortas una semana, luego contracciones fuertes y cortas un par de semanas y en adelante y de por vida, contracciones fuertes y largas.

Como las contracciones predisponen al aparato genital para una relación sexual, recomendamos realizar un buen número de contracciones previo a cada encuentro sexual.

Comparte el amor

Deja una respuesta